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Latinys Tiny House

Así nació Tumbleweed, la primera fábrica de tiny houses de la historia

Historia de Tumbleweed Tiny House … en inglés tumbleweed es esa planta del desierto con forma de ovillo que aparece en las películas de vaqueros dando vueltas con el viento. Una de las traducciones de tumble es voltereta; o también puede ser tambalearse.

Tumbeweed fue como bautizó Jay Shafer la primera tiny house que construyó en Iowa, en 1999. Vivió en ella durante cinco años. Tenía 10.5 metros cuadrados, con un techo a dos aguas empinado y un porche. El periodista Alec Wilkinson la describió como “una cabaña gótica salida de un cuento infantil”.

Historia de Tumbleweed Tiny House

Pocos después Shafer fundó una empresa de diseño y construcción de tiny houses llamada Tumbleweed Tiny House Company. Lo que hizo que las casas de Shafer sean diferentes fueron los elementos clásicos de forma y proporción y la compresión de su diseño. Sus tinys houses eran elegantes.

Historia de Tumbleweed Tiny House: de California a Nueva York

Diez años después Shafer había construido y vendido 16 tiny houses. Pero los inicios no fueron fáciles. Recién en 2002 vendió la primera casa a un cineasta en New Hampshire, por treinta mil dólares. Su segunda casa fue construida para Greg Johnson, quien vio la casa de Shafer en Iowa y encargó una para él.

Historia de Tumbleweed Tiny House

En 2009, Shafer construyó una tiny en el norte de California y la remolcó hasta el estacionamiento de un hotel al final de Atlantic Avenue en Brooklyn. Ahí se dedicó un tiempo a dar un taller sobre cómo construir mini casas.

Pese a la exposición, nadie en Nueva York le compró la tiny house. Entonces la estacionó en la entrada de la casa de sus suegros, en Connecticut. Ocho meses después, la exhibió en un lote de Harley-Davidson en Ohio, donde finalmente se vendió.

¿Un piano adentro de una mini casa?

Son conocidas varias anécdotas. Durante años, los segundos sábados de cada mes Shafer abría las puertas de su mini casa durante unas horas para atraer clientes. Se hizo fama de tipo sin pelos en la lengua. Amonestaba a la gente para que no tocaran sus cosas. «Es un recorrido visual, no táctil», insistía. Todos debían quitarse los zapatos al entrar

Una vez una señora le preguntó si podía tener un piano en una tiny. Shafer respondió sin ironía: “Asegúrate de meterlo antes de terminar la casa”.